Grandes y divertidos cilindros que contienen brillo dorado, plateado y azul en un líquido transparente. Cuando los niños los dan vuelta se puede observar la tormenta sensorial de brillo. Permite crear el concepto de cómo los cuerpos se mueven en el espacio, además fomenta el uso del vocabulario descriptivo y otros valores del aprendizaje.
Edad recomendada: A partir de 3 años.