A Joey no le gustaba la oscuridad, pero amaba el cielo aterciopelado de la noche, tardes de invierno, cuando el tramontano barrió el aire de su aliento helado y brillo de las estrellas hasta que brillaron y brillante. Tenía predilección por la luna: amaba obsérvalo en todas sus facetas. Y es este amigo especial, el Luna, que le ayudará a superar su miedo a la oscuridad y a la noche. Una tierna historia para todos aquellos que guardan miedos huyeron al fondo de sus corazones, y quienes, con la ayuda de amigos especiales, logran liberarse de ella.